Hoy me levanté relativamente temprano, desayuné un cereal mientras veía la película de los increíbles y luego después de postergarlo como media hora, finalmente me puse mi ropa para pintar y me dispuse a terminar la pared de la sala que la noche anterior había dejado inconclusa. Siempre he pensado que no tengo buen gusto para los colores, pero esta combinación que escogí me ha satisfecho totalmente. De la sala aún me faltan dos paredes, una implica mover el refrigerador y un pequeño mueble donde almaceno mis dvd's, y la otra es peor, tengo que mover dos libreros y el pesado escritorio del papá de mi excuñado, un médico que murió hace varios años y que sin saberlo me heredó ese escritorio que tanto me molestó desde que llegué a vivir a ese departamento, y sin embargo debo decir que ahora me he reconciliado con él. Lo he puesto frente a la ventana y es ahora sobre su superficie que escribo.

Llevo días haciendo limpieza de cajones y papeles viejos, finalmente encontré los recibos de honorarios de mi operación del año pasado y la factura de la compu, espero que sirvan para deducir algo de los impuestos que pagaré. Me asombra la cantidad de cosas que he guardado con el paso del tiempo, cuando creo que ya me he deshecho de las cosas inútiles o anacrónicas, siempre aparece algo que estaba como escondido, como aguardando por ser descubierto para recordarme el pasado. Por ejemplo, encontré una carta que escribí en dos mil cuatro y que nunca mandé a su destinatario. La leí. Como era de esperarse me puso melancólica mirarme en el espejo de esa que fui y que definitivamente ya no soy ni volveré a ser. Luego de leerla la rompí. Y entonces recordé que alguien me sugirió que comenzara a escribir un diario. Recordé que escribí varios diarios en la preparatoria y al inicio de la universidad. Recordé también que un día los leí por última vez y luego los rompí.

Estuve pintando hasta las cuatro. Luego llegó Santos y platicamos un poco. Se fue, me metí a bañar y luego comí un atún. Se supone que iré al cine, pero la verdad me siento un poco enferma, lo más seguro es que me recluya en casa a leer.