Exoesqueletos


Imaginen que arman casas, que las amueblan y las llenan de su ropa, enseres, documentos, utensilios y luego, un día las cierran con todo en suspenso y se marchan a otras viviendas a emprender ese mismo proceso. Un ciclo o un loop de casas abandonadas con vidas truncas. Llevo muchos años soñando que hago justamente eso. En los sueños de pronto me doy cuenta, por una casualidad casi siempre, que tengo una o dos casas que abandoné, pero que, al recorrerlas de nuevo, puedo evocar que yo acondicioné, que yo habité y que simplemente me fui de ellas y dejando atrás todas mis pertenencias y la vida que había transcurrido en sus entrañas. Pero no sólo huí sin considerar el regreso, sino que las olvidé por completo, las borré de mi memoria. Casas como cascarones, como exoesqueletos que mudar y desechar.

Recuerdo un par de departamentos en un edificio pintado de verde y en general con una luz de una pátina verdinegra. En el sueño yo estoy siguiendo a alguien que entra en ese inmueble y al ingresar al elevador me invade una sensación de deja vú. De pronto tomo conciencia de que tengo las llaves de uno de esos departamentos en mi llavero y entro. Me encuentro con una sala, lámparas, ropa, libros, cosas que me pertenecen y me hacen percatarme de que es otro de esos lugares que dejé inconcluso. Estando ahí recuerdo que otro de los departamentos, un piso más abajo, también es una de mis naves quemadas. 

Pensé en estos sueños porque hace días descubrí una nueva casa abandonada en ese mundo onírico. Hacía muchísimo tiempo que no tenía un sueño de este tipo y de pronto me vi en una vivienda llena de cosas mías y dejada a su suerte. En esta ocasión pensé ¿cómo he podido seguir viviendo sin todos estos objeto? Yo misma me respondí: porque quizá, en realidad, no los necesitas, por eso te marchas de ellos y sigues adelante. Ahora mismo me preguntó qué son en realidad esas casas ¿son personas? ¿son relaciones? ¿son pasados que arden, son presentes imposibles? ¿Qué de mi mundo real, de esta ficción de mundo real que habito, de mi yo, se encuentra en esas casas y aparece alegóricamente como muebles y ropa y papeles perdidos?



Comentarios