Leo
Underground de Murakami y pienso que no hay mejor memorial que el testimonio.
Desanonimizar a las víctimas y a los familiares de las víctimas, que son
también, y desde luego, víctimas. Saber que lo ocurrido (muerte, heridas,
secuelas, estrés postraumático) le ha sucedido a alguien con una historia, con
una vida. Humanizar abre la puerta a la empatía. Se trata de que el otro, ese
otro, tenga rostro. Se trata de podamos ver que ese rostro es también nuestro.
La continuidad de nuestro cuerpo en el otro de la que hablaba Bifo: la ética.
Es decir, se trata de que el cuerpo (la existencia) del otro, se convierta en
algo propio, que nos importe, que nos duela.
Lo
que hace Murakami en Underground es trazar una cartografía testimonial
alrededor de los ataques terroristas con gas sarín ocurridos en el metro de
Tokio en 1995. Ayudado por sus asistentes, Murakami se dio a la tarea de
contactar a los sobrevivientes a través de un minucioso rastreo. Las cifras
históricas refieren a más de 3000 heridos y 12 muertos. Había aproximadamente
5000 personas esa mañana en los vagones. Murakami entrevistó a poco más de sesenta personas y pulió los textos con cada uno de sus entrevistados cuantas veces fue
necesario. Tres cosas estaban al centro de estas conversaciones: la vida, la
historia personal del sobreviviente; su experiencia en el momento del momento
del ataque; y las consecuencias de ese suceso en su presente.
El
libro está divide en cuatro apartados, cada uno correspondiente a las líneas
del metro afectadas. La mayoría de las personas que aceptaron narrar su
experiencia decidieron utilizar un seudónimo en lugar de su nombre real.
Murakami explica la posible razón por la que hay más testimonios de hombres que
de mujeres: éstas estaban sujetas a pedir permiso a sus familias o a sus maridos.
Undergound se publicó originalmente en 1997, el ataque estaba reciente y había
mucho miedo a posibles represalias de la secta Aum, perpetradora del atentado.
¿Qué
queda de una experiencia sino la memoria? El testimonio es la comunicación de
la memoria. El testimonio es la manera en que la experiencia puede seguir
haciéndose presente. Leo las narraciones que de sí mismos hacen los
sobrevivientes del gas sarín y me parece todo tan cercano que olvido por
completo que esto sucedió hace ya dos décadas. Todo parece haber ocurrido apenas
hace unos días o unos meses. Todo parece haber ocurrido muy cerca de aquí.
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