Deambular



Pienso en todos los libros que quiero leer. En cómo los días pasan y yo no tengo todo el tiempo que quisiera para leer. Imagino una vida donde mi único quehacer fuera leer. Yo sería feliz, me digo. Me levantaría por las mañanas a caminar, luego desayunaría y me daría un baño. Seguramente tomaría una breve siesta. Sí, una breve siesta matutina. Y luego me dispondría a leer. O quizá no me levantaría a caminar. Me levantaría simplemente a desayunar y a leer todo el día, hasta que por la tarde me decidiera a entrar a la ducha y luego a ir a caminar. Yo sería feliz leyendo y caminando. Saliendo a tomar cafés con un libro en la bolsa. Como hacía en el puerto todas esas tardes. Aquí no lo hago más. No sé por qué en Tampico me parecía que tenía sentido salir de casa e ir a un café a leer y aquí no. Aquí prefiero estar en casa la mayor parte del tiempo. Pero no imagino mi vida de lectura y caminatas en esta ciudad. La imagino en una ciudad que no existe. La imagino en esa ciudad de mi futuro que todavía no tiene nombre. Me veo en cafés leyendo. Me veo caminando por calles desconocidas. Me veo adueñándome de una ciudad sin nombre con un libro bajo el brazo. Me veo pensando, entonces, en todos los libros que me faltarán por leer. Una carrera interminable y placentera. Eso.

Comentarios

Perla Guijarro dijo…
Suena bien esa futura ciudad, suenan bien esas futuras caminatas y esos libros.

Abrazos muchos.