Bitácora de sitios perdidos: segundo registro



1. En el bar del Hotel Inglaterra te dije que me gustabas.
2. Debes recordarlo, tú estabas ahí.
3. Debes recordar que un fragmento del papel tapiz de esta historia era de color azul.
4. Porque me creí una heroína. Y porque había, según yo, un dragón de por medio.
5. Aproveché para decírtelo mientras ella se ausentaba un instante.
6. Aproveché para decírtelo sabiendo que intervenía una relación. Que fracturaba algo. Que invadía un predio ajeno. Aproveché para decírtelo sabiendo que me convertía en la intrusa que entra en una casa ajena para llevarse algo que no le pertenece.
7. Fue una declaración furtiva. Casi automática.
8. Podrían haber sido la una o dos de la mañana de un catorce de febrero.
9. Casi como firmar una sentencia o una promesa de compraventa. Un pacto o una emboscada.
10. Podría haber sido las diez o las once de la noche de otro catorce de febrero tres años más tarde.
11. Historias que empiezan y terminan en el mismo bar.
12. Un cliché o un cliché.
13. Historias que comienzan frente una mujer con una guitarra cantando canciones infelices.
14. Historias donde el ladrón se piensa héroe.
15. Decir también que muchas veces regresamos a ese bar y alzamos nuestras copas. Que fuimos felices. Supongo. Que quizá.
16. Historias que empiezan y terminan en la hora feliz de un bar de puerto.
17. Aquí también podría insertarse la verdadera historia de la mesera capitana del bar.
18. Nos habrían dicho que esa mujer mayor y malencarada era en realidad la amante de un politiquillo de poca monta.
19. Nos habían dicho que en realidad a esa mujer le gustaban las mujeres.
20. Nos habían dicho que la puritita verdad es que estaba amargada porque era viuda.
21. O porque un mal hombre la había abandonado.
22. Y también tú un día te fuiste ¿O fui yo?
23. ¿Qué significa en realidad la palabra abandonar?
24. Lo que comenzó en ese bar terminó justo ahí. Después de muchos tragos y muchos brindis. 
25. Demasiado ruido en toda esta historia.
26. Del bar íbamos a veces hacia la playa.
27. Demasiada arena y demasiada madrugada.
28. Demasiado alcohol.
29. Fue en ese mismo bar que intenté reconquistarte cuando ya todo estaba perdido.
30. El eterno retorno es un sketch que no causa risa a nadie.
31. Pero ya no era la misma cantante frente al micrófono.
32. Habían ido desfilando cantantes sustitutos sin que ninguno lograra quedarse.
33. Casi como un remake de un melodrama.
34. Pero el papel tapiz del bar en realidad era un acolchado color café que disimulaba todos los tragos vertidos cuando la euforia hacia imposible controlar el pulso y todo se volvía feliz o triste o borroso.
35. Había un par de televisores que casi siempre daban los noticieros.
36. Había pequeños botaneros que servían como centros de mesa y eran rellenados de cacahuates o palomitas a contentillo de la mesera capitana.
37. Decir que en realidad aquello no era un bar de catego. Decir que en todo caso era el decorado de una telenovela de las siete.
38. Casi como aceptar una derrota con un trago en la mano. Casi como mentir siempre.
39. O como decir que todas las historias de bar son siempre las mismas.
40. Sólo que en el bar del Hotel Inglaterra fue donde te dije que me gustabas y años más tarde, cuando toqué tu mano, supe que ya no había nadie en esa casa.
41. Que no tenía caso seguir tocando.
42. Que nadie me abriría.
43. Casas deshabitadas. Eso.
44. Un hotel o un corazón.
45. Historias cursis en bares de hoteles que cierran a la una o dos de la mañana.
46. Podría haber sido una canción de Franco de Vita o una de Silvio Rodríguez.
47. Decir, por ejemplo, que entonces sí podía dejar propina y ni así me quiso la mesera capitana.
48. Decir que la mesera capitana siempre fue un misterio.
49. O que ese bar se convirtió en sombra. 
50. Que fue tu sombra por mucho tiempo.
51. Un cliché o un cliché.
52. Historias que terminan frente a un hombre con una guitarra cantando canciones infelices
53. Historias de sombras que se desvanecen.
54. Decir también lo lejos que está tu nombre. Lo irreconocible.
55. Historias de ladrones arrepentidos.
56. Historias de bar que acaban mal.


Comentarios