Hoy, leyendo a Ibargüengoitia, recordé que también soy esa que recorre, que construye, que inventa mundo paralelos. Que esos mundos están ahí, justo al alcance de mi mano. Que a veces olvido que esa realidad es, por mucho, más realidad que esta. Que a veces olvido que esa realidad es, por mucho, una de las que más me alimenta. Que a veces olvido que también soy esa ficción. Que a veces olvido que siempre quiero ser otra.
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