Así que esas cosas pasaron mientras yo bebía café y miraba pasar los transeúntes refugiada en la multitud invisible, en la persecución infructuosa. Que sucedieron, dicen, mientras yo padecía de insomnio y fumaba cigarrillos en el umbral de una ventana que jamás mía. Que ocurrieron simultáneas. Que devinieron al tiempo que yo alzaba mi cerveza para brindar por la finitud, al tiempo que avanzaba sin avanzar en un limbo asfáltico, al tiempo que las quietas aguas no se sublevaron. Esas cosas que se urdieron mientras yo las ignoraba y era feliz o mediocre o triste o ciega / mientras yo era esa otra que aún esperaba del abismo.
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