Una pequeña pista


A veces siento que simplemente no tengo nada más que decir. A veces leo las entradas de otros años y me asombro de lo mucho que tenía por escribir y decir. Ahora batallo si tengo que llegar más allá de los diez renglones. ¿A qué se deberá? ¿Tendrán la culpa Twitter y Facebook? Posiblemente no. La cosa es que a veces también es bueno el silencio y la brevedad. Sobre todo el silencio. Sobre todo la brevedad.

Comentarios

sylvíssima dijo…
no, el silencio. no, la brevedad. no sí, el silencio. no sí, la brevedad. ay laspistas.
Sara Uribe dijo…
Yo soy muy lectora del suyo blog. Qué gusto saber que se da un voltión por acá. Saludos muchos.
sylvíssima dijo…
sí, yo soy visitante pero soy de las calladitas. ahora sí me dio por comentar ay, las pequeñas pistas.