Locación: recepción del consultorio del gastroenterólogo.
Hechos: un par de pacientes conversan sobre la colitis nerviosa que padecen, una de ellas, la mayor, le dice a la más joven que a las preocupaciones de siempre (los hijos, el dinero, la salud), ahora hay que añadir la de no ser alcanzado por una bala. La joven, le platica a su vez que la otra noche se sintió fatal y que tuvo que salir en la madrugada rumbo al hospital, que vive con su madre y no quiso despertarla para que no insistiera en acompañarla, por el riesgo que implicaba y porque si su madre iba no tenía con quien dejar a su niño. La mujer mayor le dice, corriste con mucha suerte, porque si te hubieras topado con los malos a ellos no les iba a importar que te sintieras mal de salud. La joven asiente, sí, tuve mucha suerte, no me topé con nadie y me atendieron en el hospital.
Hora: 6:20 p.m.
Locación: recepción del consultorio del gastroenterólogo.
Hechos: la mujer joven entra a consulta, la mujer mayor le hace plática a la recepcionista. La mujer mayor le pregunta si no ha recibido alguna llamada de esas para extorsionar, le cuenta la historia de sus vecinos, un par de ancianos a los que secuestraron por teléfono. Por ese medio les dieron las instrucciones de que salieran de casa y se fueran a un hotel y no contestaran las llamadas de sus hijos, bajo amenaza de muerte. A los hijos les llamaron y les sacaron una fuerte suma de dinero. Los ancianos fueron encontrados posteriormente en el hotel. La recepcionista a su vez le cuenta que hace unos momentos recibió una llamada extraña de un licenciado que preguntaba por el doctor, que a ella se le hizo raro y le dijo que no estaba, y que el tal licenciado le empezó a preguntar que ella de qué trabajaba ahí y cosas raras. La recepcionista colgó por temor.
Hora: 6:50 p.m.
Locación: consultorio del gastroenterólogo
Hechos: entro y me siento en una de las sillas frente al escritorio, escucho al médico hablar por celular, es evidente que habla con alguien de su familia, les cuenta que ha estado recibiendo llamadas extrañas, les pide que se comuniquen con sus hermanos para estar alerta.
Hora: 7:25 p.m.
Locación: mi casa.
Hechos: llego de la consulta con el médico y empiezo a escuchar sirenas. Corro a checar el twitter. Al parecer un hombre tirado en la calle. En la misma calle de la que vengo, que está a dos cuadras y donde se encuentra el consultorio. En una de las esquinas aledañas. Que recién había pasado todo y estaba llegando la policía.
Y me quedo pensando, o sea que eso pasó mientras yo caminaba por ahí. Minutos antes. Minutos después. Un cuerpo en la calle.
La reja. La tensión. Todo eso que nos tiene cercados. Y uno insistiendo en brincarse las malditas trancas.
Comentarios
Quiero verla en octubre por aca... ya la extranio.
Besos.