Justo cuando estoy a punto de cumplir un año sin fumar, las ganas de volver al hábito me rondan. Antier vi sobre la mesita de mi estudio una cajetilla de Camels. Pensé que Marco los había dejado ahí por error y estuve a punto de fumarme uno, sólo que cuando tomé la cajetilla me percaté que estaba vacía.
He estado de un ánimo cambiante. Como puedo desear no salir de casa para nada (casi como hoy) y saber que la lluvia ahí afuera pero yo de mi habitación a mi estudio, puedo también desear estar en carretera, ese tránsito. Ese puro tránsito en el que me convierto cuando viajo. Quiero ir al DF. Quiero ir a Querétaro. Quiero ir a Jalapa. Quiero ir a Tijuana. Todo eso al mismo tiempo y al mismo tiempo no quiero ir a ninguna parte. Quiero quedarme aquí en mi departamento días y días sin salir.
También quisiera estar ahí (y lo sabes).
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