Sucede que a veces, como en la canción de Fito & Fitipaldis, resulta que no tengo nada que decir. Eso me pasa últimamente. Me siento con la intención de escribir un post y hay algo que me sobrepasa, que me impide. A veces es sólo que me descubro tratando de mirar hacia otro lado, de no ver. Pienso en algo que dice Ítalo Calvino en su libro sobre las siete propuestas para el próximo milenio. Pienso en Perseo, el vencedor de la Medusa. El vencedor del reflejo. El viento y los espejos. Ese no mirar, que no es huida sino estrategia. No mirar para no petrificarse. Encontrar ese azogue que derrote a la gorgona y despositar luego, con cuidado, la cabeza cercenada sobre leves hojas. Algo así.
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