Poema con dedicatoria a las llaves del agua de la regadera de mi querida Esme


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H & C

En las casas antiguas de esta ciudad
las llaves del agua
tienen un orden diferente.
Los fontaneros que instalaron los grifos
hechos en Norteamérica
dieron a la C de cold el valor de caliente.
La H de hot les sugirió agua helada.

¿Qué conclusiones extraer de todo esto?
- Nada es lo que parece.
- Entre objeto y palabra
cae la sombra
(ya entrevista por Eliot).

Para no hablar de los más obvio:
Cómo el imperio nos exporta un mundo
que aún no sabemos manejar ni entender.
Un progeso bicéfalo (creador
y destructor al mismo tiempo
- y como el mismo tiempo)
al que no es fácil renunciar.

Nadie que ya disfrute el privilegio (aquí
tener agua caliente es privilegio)
se pondrá a cavar pozos, a extraer
aguas contaminadas de un arroyo.

Y de otro modo cómo
todo acto es traducción:
Sin este código
se escaldará quien busque
bajo C el agua fría.
Los años pasarán sin que se entibie
la que mana de H.


José Emilio Pacheco
Alta Traición, Antología Poética
Alianza Editorial, Madrid, 1985, p. 75.

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