ZONA DE TOLVANERAS

Chihuahua es un lugar pedregoso, hace calor y hace viento. Me gusta su clima, ese calor seco que no hace sudar. Me gusta que en la carretera haya anuncios que dicen: ZONA DE TOLVANERAS. Me recuerdan el título de cierto libro de cierta poeta tijuanense. El hotel está poca madre y hoy estuvimos pisteando toda la tarde alrededor de la alberca con una plática muy pero muy agradable y heterogénea. Ayer tuve oportunidad de escuchar a Paco Ignacio Taibo en la presentación de su libro de Pancho Villa. Hoy lo ví también caminando por el pasillo del hotel y en el restaurant (lo pondré en mi currículum, jajaja). Me quedé pensando en lo mucho que he disfrutado sus libros de Héctor Belascoarán Shyne, Días de combate, por ejemplo. Pero no traté de acercarme ni nada, a pesar de que se ve un tipazo super buena onda, pues no sé, simplemente no se me da eso de acercarme a los escritores que admiro. Las camas del hotel están bien chidas, ya probé la carne seca y el queso chihuahua. El curso de poesía empezó hoy me gustó la forma de hablar del tallerista, algo muy pausado, con referencias muy interesantes, me gusta esa manera sosegada de conducir el taller. Leímos algunos poemas míos y hubo comentarios. Me gustaron esos comentarios, me agradó que gente que no conozco opinara sobre este nuevo proyecto. A propósito del último post de mi pelirroja amiga la Blum, resultó que mi tallerista me comentó que había comprado el libro de Vidas de catálogo y que lo había empezado a leer a ver qué tal y que lo había terminado atrapando e interesando mucho. Mi Lili, acá usté es reteconocida, varios de los que están en mi taller, incluidas dos paisanas suyas, ya la conocen. Como dijera mi querido FA, usté déjelos que ladren, es señal de que avanzamos, jajaja. Insisto, estar en el norte, me sienta de maravilla.