lectura y autobús y nubes

"Que el mundo es horrible, es una verdad que no necesita demostración. Bastaría un hecho para probarlo, en todo caso: en un campo de concentración un expianista se quejó de hambre y entonces lo obligaron a comerse una rata, pero viva". (El túnel, Ernesto Sábato) Leía esto, por la mañana, en el autobús rumbo al trabajo [acotación: debo confesar que durante varios años gasté en irme en taxi todas las mañanas al trabajo, sentía y aún lo sigo sintiendo que era un lujo merecido, odio levantarme temprano y el irme en taxi me permitía dormir un rato más, pero, esta crisis definitivamente no está para financiar esos lujos, prefiero ocupar ese dinero en otros, quizá también lujos, que me son más necesarios, simplemente, prefiero otros, el caso es que ahora, he vuelto al autobús con sus ventajas y desventajas (acotación de la acotación: ventajas, me encanta ir en autobús, lo había olvidado, me encanta leer, escuchar música, escribir y mirar a las personas de los autobuses, mirar desde la ventanilla la ciudad, desventajas, la gente, esa misma gente que me encanta mirar a veces la detesto, detesto que cierta gente siquiera me roce o me hable o me mire, fin de la acotación de la acotación) total que una mujer junto a mí en el autobús, su olor a sucio impregnado, a persona recién bañada sí, pero con una como mugre indeleble, de días, de años, no sé, impregnada a su piel, ese olor de la miseria que a veces he percibido, pero quizá no me refiero a la miseria económica sino a esa otra miseria, esa, la de irse dejando ser miserable, como el cojín de una silla que se vuelve gris por la mugre, no sé, pero el sólo roce de su brazo me parecía desagradable absolutamente, fin de la acotación] lo leía por segunda vez, pero como si fuera la primera. Recuerdo que leí este libro en Xalapa, lo leí de corrido en unas cuantas horas de una noche de diciembre, sobre la mesa de la cocina de la casa de mi amiga Irma, recuerdo que comía un hojaldre, que hacía frío y yo quería terminar el libro aquella misma noche. Me gasté la mañana rápidamente (¿en qué se nos fue toda la mañana? guiño a la pelirroja), en su transcurso volví a darme cuenta lo inútil que es preocuparse por las cosas, lo innecesario del no poder dormir, ah, pero mi afán, mi obsesión por el control, mi incapacidad para delegar, todo ello. Total que no quería salir de la oficina y tuve que ir al banco, cambiar un cheque, luego estuve engrapando y foliando más gacetas. Desayuné muy tarde y fui a comer sushi a un lugar donde hace mucho no, bebí cerveza y tequila y volví a fumar aunque no quería pero luego sí. Llegamos tarde al taller y despotriqué contra ciertas opiniones y bebí mucha mucha agua y tomé un carro de ruta y mientras escuchaba a Sting volvió de nuevo a mí la frase de Sábato, que el mundo es horrible, sí, puede ser que lo sea, que lo haya sido para otros terrible, y para mí no tanto pero si algo muchas veces, pero hoy, día nublado con cierto viento y el azar y el porvenir y esos recuerdos de viejos y buenos tiempos y todo eso y otras cosas me pusieron feliz.

Comentarios

Samelh dijo…
hola =)

aquí saludando n.n

sip, el mundo es horrible... pero también cuenta en que día de mi existencia bipolar o "multipolar", jejeje XD, haya despertado.O

me encanta leerla, sus relatos y textos me dan cierta nostalgia y a la vez entusiasmo

oficialmente me he vuelto su fan, jejeje ^.^... claro, si usted me lo permite

saludos,,, que este bien,,, bye ;P
Anónimo dijo…
Tú nomás unas nubecitas y empiezas a escribir increíblemente bien. Me encantó el post.

La miseria que no tiene que ver con la pobreza, ay, es todo un tema.

Va un abrazo.
Sara Uribe dijo…
Samelh:

gracias por pasar por aquí, y por tus comentarios, y si, normalmente fluctuo entre esa nostalgia, pues más que fan, me gusta la palabra lector o lectora, y no tengo que permitirte nada, ahí está la letra, que siempre es del lector, saludos también


mi querida beagle, jajajaj:

me acordé también de los versos del poema de Bloria Gómez "es terrible ser pobre, termina siendo uno mezquino", sí, es todo un tema ese, pues últimamente he tenido como una necesidad de mucha escritura, pero aparte de la formal de poemas y de eso, escritura de esta, estoy considerando la idea de escribir un diario, de hecho mi amiga la psicóloga me lo sugirió, pero lo malo es el tiempo, que no alcanza