En mitad de la noche una mujer se levanta de su cama, hay una voz que la llama desde una de las habitaciones, una frágil voz imperceptible a sus oídos, así es que sin saber por qué la mujer se incorpora, somnolienta aún, y deja que sus pasos vacilantes la conduzcan mientras atraviesa el estrecho pasillo de la memoria, qué largo es el trayecto, cuántos recuerdos la invaden, de pronto el peso de los años se le viene encima, sus rodillas flaquean, sus tobillos se quejan, están oxidados y a punto de hacerla caer, un paso se enreda en el otro y la mujer piensa que si cayera no habría nadie para levantarla, la mujer piensa que si muriera, no habría nadie que la enterrara, se quedaría ahí, pudriéndose en el piso del pasillo, como un lejano recuerdo, hundido en el olvido.
Pero la mujer no cae, sus manos la sostienen fijas en las paredes, como insectos replegándose a una superficie segura, la mujer sigue avanzando como si caminara hacia su muerte sabiendo que la muerte es un camino que no tiene fin, la luz es tenue y la mujer no distingue a su sombra de otras sombras, ella no sabe que alguien en ese mismo momento está soñando el instante de su muerte, de la muerte de ella, de su propia muerte, ella ha olvidado todas las veces que ignoró el grito hambriento, los íngrimos rostros, ella ha olvidado que alguna vez fue dura y cruel, que alguna vez crucificó, sin saberlo, al mesías al que tanto imploró su salvación, ella ha olvidado todas las veces que ignoró su propia sed, todas las veces que durmió cobijada al miedo, ella ha olvidado que fue otra mujer.
Cuando llega al final del pasillo, la mujer sabe que no hay nadie esperándola, ninguna voz, ningún sonido, sabe lo infructuoso de sus pasos, sabe que del otro lado sólo existe la infinita sábana de la soledad.
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Cuánto silencio, dice la mujer, en un murmullo que desaparece instantáneamente, antes de que pueda escucharse, sin saber para qué la mujer regresa por el mismo pasillo y se acuesta en su cama, una costilla rota y una sed nunca antes experimentada la despertarán por la mañana.
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Comentarios
Realmente me pregunto sin la muerte es un cmaino, sigue dando vueltas esa iamgen en mi cabez, leugo la comentremos, eso es seguro.
No sabía que escribes narrativa. En horabuena.
Va un abrazo
Urgeme me escribas, ritrejo@gmail.com
saludos
Hilda Venzor
Muy bueno, Sara. Gracias por ir al cumpleaños.
Un gustazo compartir contigo, en monterrey, unas cuantas palabras al menos, aunque ya estuviese apenas a unos centímetros de la ebriedad. Un gustazo leerte ahora mismo. Me da gusto saber de personas tan lúcidas y tan sencillas.
Que la vida sea buena entonces, Sara Uribe, que esté llena de promesas.
Un saludo fraterno.
me he quedado sin aliento,
en general todo tu blog
es muy especial
que hermosos escritos
que bella pluma
derramas talento
te lo celebro!
Saludos!
Iván:
estoy disfrutando leer algo tuyo, en cuanto pueda van mis comentarios...
Hilda:
muchas gracias y eres bienvenida, saludos a Tosh
Ismael:
¿sabes? yo también me identifico con ella, aunque no quisiera ser ella, quizá la identificación en mi caso tiene que ver con el miedo, pero sí, es un espejo... saludos hasta la tierra de la pelirroja lili
Iris:
me dió mucho gusto tenerte de alumna y confirmé lo que pensaba de algunos de tus post, cuando leíste tus ejercicios en el curso... hay que seguir por ahí, por la literatura...
Lilianita:
me la pasé muy bien contigo y con marco allá en monterrey, a ver cuándo se repite y gracias por tus atenciones con demis que es mi cuasihijo
Omar:
para mí también fue agradable compartir un rato de charla y escuchar tu ponencia tan libre y tan amena, tan desde las entrañas de este escritor que la verdad yo desconocía, gracias por la visita y los buenos deseos que son mutuos...
Antonio:
un saludo también para tí y de nuevo mis felicitaciones por tu libro nuevo, tu libro rojo y esa tan especial presentación en medio de la calle, de tu calle...
Corazón felino:
muchas gracias por visitar mi blog, la mayoría de lo que aquí subo son unas columnas que escribo para un diario local, pero quiero, si tanto trabajo en el que ando, me lo permite, subir más cosas y darme tiempo para contestar con más premura los comentarios de quienes lo visitan, que bueno que te haya agradado...