Bajo la escalera que estaba a un lado de la sala.
Bajo la escalera en el patio principal.
Bajo la escalera que daba a la azotea.
Bajo la escalera.
Bajo la escalera.
Bajo la escalera el cuerpo / las huellas del cuerpo / las trazas de los movimientos de un cuerpo bajo el agua / bajo el agua la asfixia / bajo el agua el agua / los pulmones / la asfixia / el cuerpo de un niño bajo el agua y luego sobre el cemento fresco.
Todo esto bajo la escalera que daba a la calle en la casa de mi infancia.
Todo esto es un pez de vidrio como penumbra o como crepúsculo o como jardín o como memoria ajena o propia o ninguna de las anteriores.
Estas son huellas o trazas o registros o tachaduras.
Todas estas son las huellas de un pasado o de una ciudad o del nombre que se inventa para denominar todo lo que perdimos o lo que otros perdieron y aprehendimos como pérdida propia.
Todo esto es un pez de vidrio verde
una tarde en que la música que provenía de la calle
era tristemente festiva
y uno podía escuchar las risas
y saber que esa precisa tarde era todas las tardes
que esa tarde se repetiría hasta el cansancio
que esa tarde era una calle sin salida.
Todo esto es un pez de vidrio al fondo de una piscina.
El agua turbia o el pasado de una piscina vacía.
Todo esto.
Bajo una escalera.
Es una huella
o una traza
o un registro.
Es tachadura.
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