Balbucear. Eso.



1. Y entonces parece que todo se detiene. Que uno es capaz de observarlo todo desde lejos. Como si uno sólo fuese una sombra. La sombra de algo que cae.

2. O como si uno fuera otra persona, otra historia, otro personaje. Como si esa historia se contara en otra parte y le ocurriera a alguien más.

3. Entonces parece que ese mar que uno desea, que uno sueña, está aquí y uno puede tenderse sobre la arena y caminar durante horas por la orilla de algo que no nos pertenece.

4. Entonces parece que somos otros. Que nos hemos dejado muy atrás en esa playa o en ese mar. Que hemos caminado muy lejos sin darnos cuenta.

5. Que hemos caminado toda la noche, en sueños. Que hemos caminado sin saberlo entre los sueños y la vigilia. 

6. Que somos otros porque pasan los años. O porque ese mar que no nos pertenece nos ha hecho caminar sobre sus aguas durante las noches, sin saberlo.

7. O que eso que no nos pertenece no es el mar, sino uno mismo. 

8. O que eso que no nos pertenece nos hace caer, sin saberlo.

9. Y entonces miramos todo desde fuera y todo parece sencillo y cierto. La contundencia de ciertos deseos. Su caer sobre las aguas o sobre los sueños.

10. Entonces, en efecto, todo se detiene. O se hace más lento. O se parece a una canción que hemos escuchado antes, pero que en efecto, jamás habíamos oído.

11. Entonces, en efecto, uno escapa de la historia, o del sueño, o de la vigilia. Uno enciende cigarrillos imposibles y se aferra a ellos como se aferra al lenguaje.

12. Entonces, en efecto, uno desaparece. O cae. 

13. O flota.


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