Así han pasado los días. Digo que ya voy a dejar de fumar y no lo hago. Digo que ya voy a comenzar la tesis y no lo hago. Digo que me cortaré el pelo y no lo hago. Digo que terminaré ese poemario y no lo hago. Que terminaré todos los libros que tengo a la mitad y tampoco. Que veré esas películas que me han prestado (y que ya debería haber devuelto) y menos. Que tendré el orden suficiente para seguir la dieta al pie de la letra y sólo consigo la mitad. Digo, digo y digo. El caso es que sólo voy sacando los pendientes como puedo, un día antes, un día después y por puritita suerte, o quizá porque no soy la única que vive así, todo, al final, se acomoda. Digo, por ejemplo, que tendría que soltar ciertas amarras, pero el extravío. La invención. El lenguaje. Cómo decirlo. Que tendría que dejar de forjar puñeteros castillos en el aire. Poner sobre la tierra los pies. Lo digo y me lo digo. Pero a veces, esas veces no escucho porque llegan las palabras y cómo no responder. Ya no creo en lo que digo. Ya no me creo. Me escucho sí, como quien llover oye. Pero nada.
Comentarios
a mí me sucede todo el tiempo, y me digo mañana empiezo, mañana lo acabo... ya se volvió parte de mi naturaleza y también pienso que muchas veces me salen mejor las cosas cuando suceden así o.O
no se si logre leer mi comentario, pero me sentí identificada XD
saludos,,, que este bien,, bye ;P