Ya he escrito aquí alguna vez que de niña yo sabía bailar. Me acordé porque subi al facebook una de las rolas tropicalosas que más me recuerdan mi infancia. No estoy triste, no es mi llanto, es el humo del cigarrillo el que me hace llorar, eso dice. Tengo ese recuerdo de mí, en la cocina de la casa de Querétaro, por las mañanas. A la primaria iba por las tardes, así que pasaba mis mañanas en quehaceres domésticos. Es cierto, también sabía cocinar. Dice mi hermana que yo sabía hacer tostadas francesas. No tengo ni la menor idea de cómo se hace eso. Lo olvidé. Lo olvidé así como olvidé cómo bailar. Por las mañanas me gustaba escuchar estaciones de radio tropicales, me recuerdo bailando solita en la cocina. También me recuerdo en las fiestecillas de la colonia. Mi mamá rentaba cuartos y yo me iba a los bailes con los inquilinos. Me acuerdo sobre todo de Pablo y de Sergio, el judicial. Me acuerdo de mí, con mi vestido de crinolina en los bailes llenos de adultos y yo ahí de niña baile y baile. Pienso en ello y en mi actual incapacidad para coordinar un pie con otro. ¿Cómo pasó? ¿Cómo olvida uno bailar?
Comentarios
hey, hacía mucho que no sabía de tí, qué gusto leerte, espero te encuentres bien, jajaja, eso quisiera, saber cómo volver a la pista de baile, pero no se me da, te juro que me pongo tan nerviosa que termino haciendo un desastre, jajaja,
un abrazo